En épocas de cambio, siempre surgen nuevas formas de hacer las cosas. La pandemia que está sacudiendo a nuestro planeta ha obligado al sector aeroportuario a replantearse la forma en la que opera. Si bien todavía no conocemos su impacto total, estamos seguros de que esta industria hará frente a la adversidad y aprovechará todos estos cambios para mejorar la experiencia en los aeropuertos de todo el mundo.
No obstante, y antes de mirar hacia el futuro, hay que destacar que nuestros activos, Heathrow, Aberdeen, Glasgow y Southampton, han seguido abiertos durante el confinamiento. Los aeropuertos del grupo AGS Airports mantuvieron abiertas sus puertas para dar servicios esenciales. Por su parte, el aeropuerto de Heathrow, uno de los más importantes de Europa, ha desempeñado un papel vital sirviendo vuelos de repatriación, de transporte de mercancías en general y de suministros médicos y equipos de asistencia esenciales para paliar los efectos de la pandemia.
La confianza y la seguridad de los pasajeros son factores clave para el éxito de los aeropuertos. La obligación de la industria es asegurar que estos sean entornos seguros y que tanto pasajeros como empleados los perciban de esta manera. Afortunadamente, el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro, puesto que el sector está sometido a una serie de medidas a las que no están otros medios.
Aeropuerto de Heathrow, Terminal 5A
Ya llevamos meses trabajando para adaptar-nos a estas nuevas necesidades y poner a prueba la implementación de tecnología específica. Heathrow cuenta ahora con robots desinfectantes con luz UV para eliminar virus y bacterias de distintas superficies durante la noche de manera eficiente. También se están utilizando cámaras térmicas para verificar la temperatura de los pasajeros, a través de un análisis térmico del rostro de las personas, detectando síntomas febriles.
Además, el aeropuerto londinense ha iniciado un plan para recurrir a los test de COVID-19 como un medio para acortar los tiempos de cuarentena, en un esfuerzo por ayudar a aerolíneas y aeropuertos a impulsar los viajes y la economía en general. En esta línea, ha instalado unos centros específicos para realizar test a los pasajeros que aterrizan en la Terminal 2 y pronto estará también disponible este servicio en la Terminal 5.
Heathrow también pretende implementar tests rápidos antes de embarcar, y comenzará con los pasajeros que vuelen a Hong Kong, destino que exige un análisis negativo de coronavirus como condición de entrada. Las nuevas instalaciones en las Terminales 2 y 5 pueden producir resultados en 20 minutos, y hay esperanzas de que una implementación más amplia pueda eventualmente eliminar la necesidad de la cuarentena.
Aeropuerto de Heathrow, Terminal 5A
Pero estas medidas son solo el principio de un cambio mucho más significativo y que afectará a la forma en la que viajamos actualmente. En este sentido, la implementación de tecnologías Big Data se están revelando ya como herramientas muy útiles que ayudan, no sólo a cumplir con la normativa en materia de seguridad sanitaria, sino también a hacer mucho más eficiente la gestión y funcionamiento de cualquier terminal. La capacidad de un aeropuerto de predecir y medir el desplazamiento de los pasajeros, su densidad o conocer cuándo y cómo llegan, nos permitirá administrar el flujo y la distribución de los viajeros de manera más eficiente. Veremos avances relacionados con la inteligencia predictiva y los sistemas de monitorización de la ocupación de los espacios en las terminales de pasajeros, que nos ayudarán a realizar nuestro trabajo con mayor solvencia. Otros nuevos proyectos también nos permitirán agilizar las llegadas y minimizar la congestión mediante la adopción de colas virtuales. Estos nuevos sistemas no sólo ofrecerán a los pasajeros una mayor tranquilidad, sino que también permitirán agilizar y simplificar los procesos de facturación y control de seguridad.
Las tecnologías biométricas también aparecen como un elemento de rediseño importante para mejorar la seguridad, la comodidad y, ahora, también la salud de los pasajeros. Nos acostumbraremos a encontrar en los aeropuertos diferentes sistemas de reconocimiento facial, identificación mediante el iris e incluso huellas digitales sin contacto. Otros sistemas para desempeñar con mayor rapidez los procesos habituales, como el check-in en remoto permitirá también a los viajeros registrarse y dejar las maletas para su vuelo en diferentes ubicaciones.
En definitiva, no hay duda de que estamos viviendo circunstancias excepcionales que están afectando a nuestra industria de manera especial, pero a su vez, nos adentramos en una nueva era que nos permitirá una experiencia del pasajero más ágil, más segura y más sencilla. La necesidad de limitar la transmisión de la COVID-19 ha acelerado el proceso de transformación del sector aeroportuario. La aviación va a seguir siendo un sector de crecimiento y fundamental para el desarrollo económico. Los aeropuertos no dejan de reinventarse a medida que los pasajeros adoptan nuevas formas de viajar y la tecnología avanza, brindándonos la oportunidad para seguir mejorando la experiencia del pasajero.
